TEXTO I: (Preguntas 1 a 3) Mis lecturas más inspiradoras y productivas son aquellas que se dan cuando leo cuatro libros a la vez además de mis lecturas diversas por Internet. Algunos libros los empiezo a leer desde el prólogo; otros, desde el medio o el final. Son pocos los libros que me atrapan de tal manera que los leo de principio a fin. El último fue el de Michio Kako sobre la mente humana. Me inspira leer un libro sobre ciencias/tecnología a la par de uno sobre antropología/historia, uno de psicología y otro de educación. Lo que voy leyendo en uno lo ato mentalmente con lo que leo en los otros, y eso me genera una enorme cantidad de ideas que jamás surgirían de una lectura lineal de libro por libro. Es como navegar por Internet abriendo diversas ventanas para luego regresar a la página original que motivó mi lectura. La gente de mi generación que se formó con la idea de que los libros se leen de principio a fin, uno por vez, para comprenderlos y sacarles el mayor provecho, creo que se pierden esta otra manera de estimular su mente e inspirarse para producir síntesis originales. Dejar un libro a la mitad o leerlo desde alguna página interior les produce una sensación de incomodidad. Los niños de nuestra generación leen en digital de una manera más cercana a la mía que a la tradicional. Quién sabe si por eso se aburren cuando les piden en el colegio que lean un libro por bimestre (decidido muchas veces por el profesor o tomado de un plan lector diseñado por otros). Tal vez esto deba ser revisado por los educadores de estos tiempos y los padres que lamentan que a sus hijos no les gusta leer. TRAHTEMBERG, León (2016). “Mi lectura inspiradora”. En trahtemberg.com. Consulta: 16 de noviembre de 2016.
1. Sobre el autor del texto anterior, se puede inferir que
A. considera obsoleto leer un texto de principio a fin.
B. es un asiduo usuario de Internet.
C. se permite distintas formas de iniciar la lectura.
D. es un fiel seguidor de Michio Kako.