Psicopatología 134-150

1. 1.Según Adler, los sentimientos de inferioridad

• Son aislados de nuestra vida

• Se alimentan de nuestros problemas

• Están siempre presentes como una fuerza motivadora del comportamiento.

Un niño no crece ni se desarrolla. ¿Qué sucede cuando no logra compensar sus sentimientos?

• Se siente perdido y aislado

• Es obsesivo y peligroso

• Se siente inferior a los demás

El complejo de inferioridad también puede ser

• Estudiar, trabajar, jugar

• Resultado de consentir o mimar en exceso a un niño

• Traumas, visualizaciones, vida cotidiana

Implica una opinión exageradamente buena de las capacidades y los logros personales.

• Ambos complejos

• El complejo de inferioridad

• El complejo de superioridad

Finalismo ficticio

• idea de que todos tenemos una meta última, un estado final, y la necesidad de avanzar hacia ella

• Todos debemos ayudarnos entre si para ganar

• El éxito depende de neustro esfuerzo

Adler pensaba que el Finalismo ficticio

• Nuestras metas son ideales ficticios o imaginarios posibles de comprobar frente a la realidad

• Nuestras metas son ideales ficticios o imaginarios imposibles de comprobar frente a la realidad

• Nuestras metas son ideales ficticios o imaginarios imposibles de comprobar frente a la ficción

Estílo de vida

• Meta última de todos nosotros es la superioridad o perfección, pero tratamos de alcanzarla por medio de diferentes patrones de conducta.

• Cada quien expresa esta lucha de distinta manera

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Padecen sentimientos de inferioridad que les motivan a compensar la indefensión y la dependencia.

• Padres

• Adultos

• Bebes

El estilo de vida se aprende

• en razón de las interacciones sociales que ocurren en los primeros años de vida

• en razón de las interacciones manuales que ocurren en los primeros años de vida

• en razón de las interacciones estudiantiles que ocurren en los primeros años de vida

La fuerza creativa del yo

• las relaciones sociales de los primeros años de vida determinan el estilo de vida

• ontrolamos nuestro destino y que no somos sus víctimas.

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